Autobiografía
Mi nombre es Itzel Abigail Antonio Jaimes. Nací un 10 de julio de 1995 en la Ciudad de San Juan Bautista Tuxtepec Oaxaca.
No fue mucho el tiempo que dure en Tuxtepec, al cumplir un año mi papa fue trasladado a la Ciudad de Matías Romero, El tiempo pasó… Ni bien tenía los 2 años y nació mi hermano Derwis Abner Antonio Jaimes, un excelente hermanito, mis padres son Derwis Antonio José y Virginia Jaimes Martínez… El tiempo siguió pasando, y esa Bebe fue creciendo, cuando tenía 6 años de edad, entre a la aventura de ir a la escuela y formar parte de un grupo de amigos, y así empezó a transcurrir el tiempo. Día tras día mi vida se convertía en una fascinante aventura gracias a mi muy querida maestra Martha, así fue como mi vida empezó a tomar un rumbo diferente, el mejor año de mi vida fue segundo de primaria, mi maestra era un amor, como la recuerdo ella era Ani Ly Bárcenas Matus, inolvidable entre muchos de nosotros por su gran amor y cariño, en quinto y sexto año paso lo que nunca imagine, yo venía de una gran escuela Cocife con más de 40 alumnos y llegue a una escuela con solo 3 alumnos y los 3 eran hombres. Los años transcurrieron hasta llegar a mi más grande logro... En esa etapa, y fue mi Graduación. Cuando estaba pequeña siempre soñé con estudiar en el jardín de niños y vi a mi hermano graduar de un jardín de niños. Oportunidad que yo nunca tuve, por tal motivo yo anhelaba tanto mi graduación. El día esperado llego y mi cara de felicidad no la podía disimular, sin duda fue un día extraordinario un sueño más estaba cumplido. Muy pronto iniciaron los sentimientos por sentirme grande e importante… Empezaron las pláticas con mama, yo quiero crecer, ser grande, para ser libre e independiente, y mi mama como siempre me decía, disfruta de tu niñez hija todo vendrá a su tiempo. La escuche, comenzó mi secundaria y fue fantástica, mi mejor amiga es increíble y mi mejor amigo un chico fascinante, ellos hicieron de mi vida una fiesta, una manera distinta de aprender, además uno de los momentos que nunca voy a olvidar, es que en mi último año.
Llego la preparatoria un nuevo estilo de vida, se me hizo bastante pesado, porque los maestros decían, que nos preparaban para una vida futura la universidad, también me sentí un poco rara porque eran nuevos compañeros, nuevos hábitos que comenzaría a formar, pero Dios estuvo conmigo y nunca me abandono. En mi último año trabaje como directora del club de castores y como maestra de Cuna 2, trabajar con los niños es algo que yo disfruto demasiado gracias a esas oportunidades y al hecho de saber que hay padres que buscan la educación cristiana, decidí estudiar Preescolar y ahora estoy en esta nueva etapa que tanto anhelaba, y me doy cuenta que el tiempo vuela mi mamá tenía mucha razón, eh crecido tan rápidamente, aun no puedo creer que estoy en la universidad, ya soy toda una señorita de la cual me siento muy orgullosa, porque eh sido formada en una familia cuyos principios son las bases de un cristianismo sano, llena de valores que me han inculcado, me encuentro en una nueva etapa.